• Historias para cagarse, y no de miedo precisamente ...

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 #46305  por jalic4
 
Este documento pretende recoger todos los hechos y anécdotas que pueden ocurrir mientras uno caga o en los momentos posteriores. Si alguna vez no ha experimentado usted alguno de estos hechos, no se le puede considerar como ser humano.

La típica vez que cagas y se te queda el mojón entrecortao, que no puedes terminar de echarlo y, tras un tiempo desesperante intentándolo echar, optas por meterte el mojón para dentro, dándote auténtico repeluco cuando lo notas meterse para dentro. Pero esto no termina aquí, ya que a la hora de limpiarte no puedes terminar nunca, por mucho que te des siempre sigue saliendo mierda y más mierda, y al final optas por ponerte los calzoncillos, con un riesgo del 45% de llenártelos de mierda. Sin embargo, a medida que transcurre el tiempo, la mierda que te metiste para dentro empieza a bajar cada vez más, con lo que la probabilidad de que te llenes los calzoncillos de mierda aumenta hasta niveles insospechados. Esto ocurre especialmente cuando haces una actividad física, como correr o jugar al fútbol. Si en el transcurso de la actividad te paras y te limpias el culo, existe un 99% de posibilidades de que 1) tengas el calzoncillo lleno de mierda, pero la mierda como arrastrada, difuminada a lo largo del calzoncillo, y 2) que te salga el papel con el que te acabas de limpiar lleno de mierda con pelos del culo. Si ocurre lo primero, viene un nuevo problema: qué hacer con el calzoncillo lleno de mierda. Para solucionar este dilema existen varias soluciones: la primera, limpias la zona afectada con una esponja humedecida con agua (la esponja es la misma esponja con la que uno luego se lava el cuerpo); la segunda, se echa a lavar el calzoncillo en cuestión directamente, sin limpieza previa de la zona afectada. Esto conlleva un hecho curioso: normalmente se echa el calzoncillo en el fondo de la cesta de la ropa sucia, como si por echarlo ahí fuera a desaparecer la mierda o no fuera a verlo la persona encargada de poner la colada; y la tercera, tirar el calzoncillo a la basura.

Normalmente, trascurrido un tiempo y tras una buena ducha, la mierda que no se pudo echar ya deja de dar problemas. Aún así, puede ocurrir que al secarse uno el culo con la toalla ésta aparezca llena de mierda. En este caso, la limpieza es mucho más difícil que en el calzoncillo. La opción casi única que queda es intentar “suavizar” la mancha por el método de la esponja.

La típica vez que cagas con todas las ganas del mundo y lo que parece ser un mojón como una catedral resulta quedarse en pequeñas bolitas de mierda que van cayendo poco a poco y una a una, o quizá de unas pocas en unas pocas. En este caso, normalmente se limpia uno el culo fácilmente.

La típica vez que uno termina de cagar y, ya sea porque tiene prisa o simplemente porque le pasa, se empieza a limpiar el culo y se llena media palma de la mano o el dedo índice de mierda. Y lo curioso es que en ese mismo momento, instintivamente, uno se huele la mano o el dedo, como para confirmar que efectivamente se ha llenado.

La típica vez que uno caga un mojón pegajoso, como barro, y resulta que cuando va a limpiarse, además de existir un altísimo grado de posibilidad de llenarse de mierda, se da cuenta uno de que parte del mojón ha quedado pegado entre los pelos del culo, y por mucho que te limpies con papel no se te quita, teniendo que optar al final por liarte el papel entre los dedos y tirar directamente de los trozos de mojón pegados a los pelos, con el consiguiente dolor al dar los tironazos, porque para quitarte la mierda te tienes que arrancar los pelos afectados.

La típica vez que uno termina de cagar y o bien se acaba el papel o directamente uno va a echar mano de él y no hay, de forma que tiene que levantarse uno con el pantalón y los calzoncillos bajaos hasta el paquete de rollos de papel. Esto supone un alto grado de posibilidades de dejar un rastro de meao allá donde uno vaya, pues, como todo el mundo sabe, al cagar se mea también, de forma que al levantarte sin sacudírtela (cosa que ocurre porque en ese momento lo primero en que piensa uno es en limpiarse el culo) vas llenando todo el suelo de goterones (si uno tiene la suerte de tener el suelo del cuarto de baño de losas oscuras, este suceso puede llegar a pasar inadvertido, aunque no para unos ojos expertos).

La típica vez que uno caga y el mojón es tan grande y tan gordo que se queda atascado en el báter, de forma que por mucho que uno tire de la cisterna no se va. Para esto existen dos soluciones: la primera, llenar un cubo con agua y echarla toda de golpe en el báter; la segunda, empujar con la escobilla del báter el mojón hasta que éste se parta o simplemente se lo chupe el agua. Esta segunda solución implica normalmente dejar la escobilla llena de mierda.

La típica vez que uno parece tener ganas de cagar, justo antes de tener que ir a algún sitio lejos de tu casa, de forma que uno se sienta pacientemente en el báter esperando cagar. Sin embargo, a medida que transcurren los minutos, el mojón no cae, uno empieza a desesperarse y a moverse para un lado y para otro, se echa el tiempo encima, y al final se opta por irse sin cagar. Lo mejor de todo es que cuando llegas al sitio en cuestión, te entran verdaderas ganas de cagar.

La típica vez que estas cagando y notas un picor muy intenso en alguna parte muy concreta del culo, de forma que al principio no se le da importancia, pero seguidamente siente de nuevo uno el picor, y otra vez, y otra vez, y al final tienes que levantarte a ver qué pasa y resulta que una hormiga te estaba mordiendo el culo.

(NOTA DEL AUTOR: ESTE SUCESO ES VERÍDICO).

La típica vez que uno caga y se le olvida tirar de la cisterna, de forma que el que llega después recibe una agradable sorpresa. También ocurre que uno caga y no abra la ventana del cuarto de baño, con lo que el que llega después sufre el efecto devastador del peste.

La típica vez que uno caga y al caer el mojón se llena con el agüilla del báter que salpica. Esto complica mucho la posterior tarea de limpieza del culo, pues el papel se deshace con el agua, aumentando enormemente las posibilidades de llenarse de mierda la mano.

La típica vez que uno ha estado aguantando mucho tiempo el mojón por alguna razón y cuando finalmente va a cagar el mojón no sale ni a la de tres, de forma que tienes que empujar y te duele el culo de una forma insoportable. Esto conlleva un alto grado de posibilidades de que al limpiarte el culo, las primeras pasadas de papel lleven un rastrillo de sangre.

La típica vez que uno caga auténtica diarrea líquida, de forma que uno empieza con un peo que llena todo el báter de mierda y seguidamente empieza a soltar la diarrea. Este es el peor de los casos a la hora de la limpieza (99% de posibilidades de llenarse de mierda).

La típica vez que uno caga mierda bastante líquida y resulta que hay poco papel disponible para limpiarse, de forma que uno intenta racionar el papel para no tener que levantarse a coger otro rollo. Esto conlleva que los trozos que se cogen son muy pequeños, resultando como consecuencia que al limpiarse el culo acabe uno sacando el trozo de papel agujereado, saliendo los dedos llenos de mierda por los agujeros del papel. Esto suele ocurrir con el último trozo, que normalmente resulta ser el último cuadrado de papel higiénico.

La típica vez que caga uno mierda bastante líquida o diarrea y empieza a limpiarse el culo tranquilamente, cuando uno se da cuenta de que en el momento de arrastrar el papel por el culo se está llenando de la mierda que hay en la raja del culo, justo por encima del ojete.

La típica vez que uno termina de cagar y observa, justo antes de tirar de la cisterna, que el mojón tiene algún elemento extraño, de forma que uno se agacha a nivel del báter y se pone a examinar el mojón.

Si uno se fija bien, los mojones nocturnos suelen ser de fácil limpieza, mientras que los diurnos son altamente problemáticos.

Es típico que cuando uno esté cagando se ponga a hacer cosas tan estúpidas como leer lo que pone en los botes de champú, fijarse en las baldosas del suelo intentando contarlas, etc.

La tipica vez que uno esta en su casa y de repente llega visita y se pone : joder!! y pa que no se esuche los peos o de caer los mojones se pone a hacer ruido abriendo el grifo o moviendo la silla o o tosiendo